Las cañas son la parte más sensibles de nuestro instrumento pues son muy frágiles. Se tienen que mantener de forma correcta para que duren mucho tiempo. Hay diversos fabricantes y grados de dureza. Partes de la caña:
T: Punta
R: Punto de resistencia
C: Esquina
U: Parte de arriba
M: Parte del Medio
L: Parte de bajo
H: Corazon
E: Canto
R: Punto de resistencia inferior
Hay muchos manuales sobre el tratamiento de las cañas para obtener mejor resultados. Probablemente el mejor es un librito llamado El Ajuste de las Cañas en el Clarinete y el Saxofón, que encontrarás en cualquier librería especializada o tienda de música.
¿Cómo saber qué caña necesito?Primero nos dejaremos guiar por nuestro profesor/a y luego por el método ensayo/error. No hay una caña que vaya bien a todo el mundo. Yo uso cañas del 3.5 de la marca Vandoren modelo Rue Lepic 56, pero muchos clarinetistas prefieren otros modelos, fabricantes o grados de dureza. Para probar una caña se tiene que tener en cuenta el tipo de boquilla que llevamos. Normalmente la propia boquilla lleva un papelito donde nos informa del grado de apertura de ésta y el tipo de cañas que recomiendan (sino, en la web del fabricante de la boquilla encontrareis estas indicaciones). Habiendo seleccionado un modelo que nos vaya bien con la boquilla, se tiene que probar. Necesitamos más de una caña del modelo que hemos elegido, pues no todas las cañas de la misma caja son iguales ni estan igual de maduras / secas. Igualmente el boca-oreja es una manera fantástica de descubrir la caña de nuestros sueños. Hay tres cosas fundamentales a entender cuando hablamos de las cañas: la caña perfecta no existe (la podemos retocar con una serie de herramientas a partir de por ejemplo el libro mencionado antes), NUNCA hay dos cañas iguales y SIEMPRE tenemos que tener más de una caña a punto para tocar (la temperatura y la humedad afectan a las cañas y puede que el sonido de éstas mejore o empeore en poco tiempo).
¿Qué hacer con ella? (4 consejos útiles)Primero necesitamos a ser posible una buena funda de cañas, con regulador de humedad para que las cañas se sequen de manera gradual. (ver sección accesorios) Si no tenemos una, tendremos que secar bien las cañas y dejarlas en sus fundas cuando no las utilicemos.
Las cañas necesitan un rodaje. No se puede tocar con los mismos resultados con una caja recien salida de la caja que con una caña trabajada (a mayor dureza más importante es el rodaje). Tenemos que vigilar cuando la rodamos que la caña mantenga un grado de humedad más o menos constante y que no la usemos demasiado al principio (es como un coche. Seguro que no pondrás un coche nuevo a 200 cada día durante el rodaje) . Las cañas se tienen que limpiar de vez en cuando. La manera más fácil es con un poco de agua (un hilillo de agua del grifo) y un cepillo de dientes que no utilices y eliminar la suciedad con suavidad. Si la caña está sucia no vibrará bien. También es muy importante limpiar bien las cañas si tenemos cortes o heridas en el labio, pues se pueden infectar. Antes de tocar tenemos que asegurarnos que llevamos los labios limpios de pintalabios, crema de cacao, etc y que hace un rato desde que hemos comido. Finalmente, se tiene que poner la caperuza cuando paramos en un ensayo o en clase para evitar que la caña se nos enganche con la ropa o le demos un golpe sin querer. Recordad que si la caña se rompe un poco ya no nos sirve.
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